1. Apta para la desinfección de la ropa y del hogar
La ropa al igual que nosotros está en contacto diariamente con gérmenes y bacterias que transportamos al hogar. Además, a día de hoy, el lavado de ropa se hace a baja temperatura: el efecto destructor de los microbios por la temperatura, por tanto, es limitado. La ropa puede estar limpia, pero no desinfectada. De este modo, ciertos microbios quedan incrustados dentro de las fibras. Estos pueden provocar malos olores, ser el origen de irritaciones en la piel, y eventualmente pueden transmitir enfermedades.
Junto con el lavado regular es necesario agregar lejía para desinfectar los tejidos especialmente cuando han acumulado un poco de humedad. Además la lejía actúa como blanqueador y eficaz eliminador de manchas.
Se aconseja desinfectar la ropa del hogar (servilletas, toallas, manteles, trapos…) y la ropa que está en contacto con la piel, sobre todo la de niños, bebés y enfermos.
2. El mejor blanqueante para la ropa
La ropa es portadora de olores, manchas, suciedad… Casi todas nuestras prendas están en contacto directo con la piel y, aunque no lo veamos, la ropa arrastra células muertas de la piel, sudor y otras manchas.
La lejía reacciona con las manchas difíciles y restos de suciedad persistentes, convirtiéndolas en sustancias que se eliminan fácilmente con agua y detergente. Además devuelve a la ropa la blancura del primer día.
Es adecuada para la limpieza y blanqueo de prendas blancas o de colores claros de algodón y tejidos sintéticos. Sólo debe evitarse su uso en prendas delicadas como seda, la lana y el nylon.
3. Permite blanquear y desinfectar en agua fría
En el mercado español hay una clara tendencia a lavar a temperaturas muy bajas por eso es importante el uso de lejía que permite blanquear y desinfectar la ropa lavando incluso en agua fría. Además del ahorro de energía, conseguirás ahorrar unos euros a final de mes y así, contribuirás a la sostenibilidad.
4. Elimina algunos microorganismos que provocan alergias
Para los afectados por alergias al polen o los ácaros del polvo es importante una limpieza adecuada de los espacios domésticos. La limpieza frecuente de sábanas, cortinas, fundas de cojín y sofás para la eliminación de las substancias que pueden desencadenar una reacción alérgica debe ser una práctica común. En zonas húmedas, la presencia de moho representa un factor de riesgo adicional. Las esporas desprendidas por el moho pueden exacerbar brotes de asma y otras enfermedades respiratorias, especialmente en niños. La lejía es el remedio doméstico más eficaz para la eliminación del moho, combinado con unas buenas prácticas de ventilación de los espacios confinados y húmedos.
5. Eficaz para combatir los malos olores
La lejía es un buen desodorizante, ya que es capaz de eliminar los microorganismos que causan el mal olor. Es un producto altamente eficaz contra los malos olores, ya que no sólo elimina las bacterias y los mohos, sino que también rompe las sustancias malolientes producidas por aquéllas.
6. La limpieza como prevención de enfermedades
La prevención es la mejor medida para evitar el contagio de enfermedades como la gripe A o la gripe estacional. Ante la amenaza de un contagio, el Ministerio de Sanidad ha publicado una serie de recomendaciones que inciden en la importancia de la limpieza como método de prevención.
Entre las medidas que recomiendan las autoridades sanitarias, está lavarse a menudo las manos con agua y jabón, taparnos la boca al toser y estornudar, ventilar la casa a menudo abriendo las ventanas y limpiar con frecuencia las superficies de muebles, pomos de las puertas, objetos... con los productos de limpieza habituales.